Un hombre ejemplar, entregado a Dios, a su familia y
a su profesión.
Por María Herrera - mamahesu@hotmail.com
Compañeros
Benefactor
Su mentor
María Herrera, autora de este artículo y Falcao García.
Por María Herrera - mamahesu@hotmail.com
Radamel Falcao García.
Sus hazañas deportivas son noticia mundial
y su camiseta No. 9 con la que juega en la Selección Colombia, es más popular
en los hogares que el cuadro de la última Cena, cuando se usaba tenerlo en el
comedor familiar.
Falcao y su padre Radamel García.
En el año 1996 conocí a un niño de 10
años de edad, de nombre Radamel Falcao García Zárate,
nacido en Santa Marta, Colombia. Me lo
presentó su padre Radamel García Quinn. Le conté que mi madre, la
periodista Margarita Suárez, directora hoy de la revista NUEVA IMAGEN
COLOMBIANA, había tratado personalmente a Pablo Roberto Falcao, ex integrante
de la Selección Brasil de fútbol, quien pasó una temporada en Colombia cuando
el equipo se preparaba para un mundial. Radamel padre me confesó entonces que
precisamente por su admiración a este deportista, había tomado el apellido como
nombre para su hijo.
Falcao con la bandera de Colombia.
Falcao, el
nuestro, había sido llevado por su padre al Club Deportivo Fair Play en 1995. En
esta Escuela de Fútbol permaneció hasta que el director de la entidad, Silvano Francisco
Espíndola, lo llevó a River Plate de Argentina, cinco años después, cuando cumplió
14 años.
Compañeros
Radamel padre había sido compañero de Silvano en Unión Magdalena y Tolima, ya
estaba retirado del fútbol profesional donde jugó por varios años como defensa,
pero seguía metido en el ambiente deportivo apoyando a su hijo a quien
acompañaba a todas partes.
Su situación económica era difícil. Manejaba un destartalado taxi que se le
varaba a toda hora, montó una Escuela de Fútbol que no dio los resultados
esperados y finalmente terminó trabajando en la Escuela Fair Play como
asistente técnico.
Falcao con la camiseta del Unión Magdalena, donde militaba su padre.
Silvano era el benefactor de la familia García Zárate. No sólo le dio trabajo
a Rada, como le llamábamos cariñosamente al padre de Falcao, sino también a su esposa
Carmenza Zárate, madre de quien hoy es el gran futbolista internacional, delantero en el AS Mónaco de la Ligue 1 de Francia.
Les ayudaba en todo, incluso Falcao estudiaba becado en Chía, en el
Gimnasio Cristiano de propiedad de Casa Sobre la Roca, iglesia de la cual era Pastor el
propio Silvano, a su vez yerno de Darío Silva Silva, el máximo jerarca de esa
congregación, padrastro de la esposa de Silvano.
Falcao lloró en un programa de TV al ver las imágenes de su infancia.
Valores y principios
Silvano
Espíndola se preocupaba por instruir a Falcao y a los demás muchachos en el
aspecto futbolístico y espiritual, inculcándoles valores y principios, que Falcao
asimiló maravillosamente, siendo hoy su comportamiento un ejemplo para la
sociedad. En los viajes que el equipo hizo a Dinamarca y Suecia, en el año
1997, Silvano multaba el mal comportamiento y las groserías que dijeran los
muchachos. El dinero que se recaudaba servía para comprar las tortas de
cumpleaños.
Hubo otras
personas que también aportaron en la formación deportiva de Falcao, como los
profesores Guillermo Villarreal, Hernán Pacheco y desde luego sus padres, a
quien todos apreciábamos por tratarse de gente amable y sencilla.
Su mentor
Silvano
Espíndola, nacido en Argentina, residía en ese entonces en Bogotá, ahora vive
en una población de la Florida, Estados Unidos. Fundó la Escuela de Fútbol Fair
Play, donde hacía de todo un poco, es decir la dirigía, manejaba los equipos y
jugaba con los mayores en los torneos de competencia.
Fue futbolista
profesional, muy talentoso, empezó su carrera en el Club Los Cebollitas junto a
Diego Armando Maradona, llegó a jugar con la Selección Argentina y tuvo una
época muy buena en Colombia con Millonarios, Independiente Medellín, Unión
Magdalena y Deportes Tolima, lo que le permitió conocer a su esposa Patricia y
quedarse a vivir en Colombia.
Silvano Espíndola y Falcao.
Prodigio
En Fair Play
se hablaba de Falcao como un niño prodigio. Según repetía Silvano, era mejor que
Maradona e iba a ser el jugador más grande del mundo. Lo hizo debutar en Primera
B profesional cuando apenas tenía 13 años de edad, en Lanceros Fair Play,
fusión entre Lanceros Boyacá y la Escuela Fair Play.
El equipo actuaba
de local primero en Chía y posteriormente en el Estadio La Independencia de
Tunja. Cada ocho días viajábamos desde Bogotá a Tunja, a acompañar a los
jugadores en sus partidos de locales y a los otros lugares cuando eran
visitantes, debido a que mi hermano Jorge, hoy futbolista profesional al
servicio de Charlotte Eagles, en los Estados Unidos, formaba parte del grupo.
Los partidos
en Tunja se hacían los sábados a las 7 pm (con un frío terrible), no se podía
los domingos porque Silvano tenía que predicar y él era jugador del equipo.
Hernán Pacheco, campeón de la Categoría B con Fortaleza FC, equipo que ascendió
este año a la A, era el Director Técnico.
Falcao con la Selección Colombia.
Coplas
Mientras
pudiera, Falcao acompañaba al equipo profesional, jugara o no jugara. En la
tribuna, sobretodo cuando había partido cerca de Bogotá, organizaba los
cánticos con los muchachos de Fair Play. Llevaba en papelitos los textos que
copiaba de las barras argentinas y los repartía para armar los coros, que
decían más o menos lo siguiente:
"Movete Fair
Play, movete;
movete Lanceros
Fair Play;
ésta hinchada está
loca,
hoy no podernos perder….”
Falcao y su esposa Lorelei Tarón.
Falcao jugó su primer partido en un encuentro de
visitantes contra el Deportivo Pereira el 28 de agosto de 1999, convirtiéndose en el jugador más joven en debutar en un torneo de fútbol
profesional en Colombia. En esa ocasión mi mamá escribió un boletín de prensa sobre el
acontecimiento que varios medios de comunicación reseñaron. Posteriormente jugó
un partido de local en Tunja entrando en el segundo tiempo y al año siguiente
estuvo en siete partidos.
Anécdotas
Como el equipo no tenía recursos para nada y generalmente
les tocaba a los jugadores viajar en las destartaladas busetas del Gimnasio
Cristiano y dormir en las sedes de Casa Sobre la Roca, las mamás de los
deportistas conseguían dinero con rifas, bazares, etc.
En cierta ocasión, un benefactor regaló camisetas blancas
estampadas con bonitos dibujos y antes de llegar a Pereira las señoras las
pusieron en venta al borde de la carretera en el carro en que viajaban. Con
esos ingresos pagaron los gastos del desplazamiento de los jugadores. Otra vez,
se le fueron las luces a la buseta y regresamos a Bogotá alumbrando la
carretera con nuestro carro adelante.
Aparte de
Falcao que es el primogénito, la familia la completan Melanie y
Michelle, hoy con 19 y 17 años de edad, respectivamente, hermanas de Falcao.
Recuerdo que Carmenza las llevó muy pequeñitas a nuestra casa cuando nos visitó
para enviarle algunas cosas a Falcao con mi hermano Jorge, quien vivía en
Buenos Aires y se encontraba en Colombia de vacaciones.
Falcao con Carolina Vargas, esposa de mi hermano Jorge Herrera y su hijo Jerónimo.
Falcao fue muy deferente con mi cuñada, su hijo Jerónimo, y mis
padres Margarita y Jorge, durante su visita a Neiva.
Mi sobrino Jeronimo fue el que más disfrutó con Falcao.
Falcao firmando la camiseta a mi primo Luis Miguel Suárez.
Callado y tímido
Falcao era callado y algo tímido, pero cuando tenía un
balón en sus pies se transformaba en líder. Se crecía tanto en el campo de
fútbol que Silvano tuvo que llamarle la atención. Según Silvano, Falcao
tenía el síndrome de ser el mejor del equipo y a veces se fastidiaba cuando un
compañero perdía la pelota o no se la daba.
“Me lo llevaba a caminar y le decía algo que estoy seguro que lo marcó a él:
vos sos el mejor jugador del equipo. Si vos regañás a tus compañeros, se van a
caer; si lo regaña algún otro no les importa, pero en cambio si los animás, vas
a tener diez fieras atrás, porque sos un referente”. Cuenta Silvano que
después de eso cambió, se volvió un líder positivo y con Fair Play ganó todas
las copas de la liga.
Viajaba en volquetas
Los García Zárate vivían en un barrio humilde del norte de Bogotá. La vida
de Falcao era difícil, él mismo recuerda que cuando entrenaba
con la Selección Bogotá, echaba dedo para que lo llevaran y así ahorrar unos
pesos. Por lo general eran volquetas las que lo recogían. "Llegaba a mi casa a las 8:30 de la noche, muerto. A veces no
podía hacer las tareas del colegio. Me acostaba a las 11 y al otro día, a las 5
de la mañana, otra vez, arriba".
El fútbol
y sus obligaciones escolares le copaban todo el tiempo. En una entrevista
comentó: "Yo veía a mis compañeros
de clase que se tomaban un día libre, iban a un centro comercial. Yo no. No
pude disfrutar de mi adolescencia como la mayoría. En Colombia nunca fui a una
discoteca".
Celebrando con su compañero de equipo en Mónaco, James Rodríguez.
Su gol
Las estadísticas señalan que el 25 de julio de 2000 en el
Estadio Olímpico del Sol de Sogamoso, Falcao anotó su
único gol en un equipo profesional de Colombia, en un partido contra El Cóndor,
que era la Primera B de Santa Fe, donde ese año empezó a jugar mi hermano. Por
esa razón estábamos en el estadio con nuestra familia y pudimos presenciar el
acontecimiento. Lo felicitamos a pesar que el gol fue en contra nuestra.
Poco después Falcao viajó a Argentina, donde se vinculó a
River Plate empezando a entrenar en el equipo de octava división. Tan sólo
cuatro años después debutó en la liga profesional gaucha. Ocurrió en el Torneo
Clausura 2005 cuando River Plate era dirigido por Leonardo Astrada.
Buenos Aires
En el año 2004 mi hermano fue contratado por un año para
jugar en Huracán de Buenos Aires, que actuaba de local en el Estadio Parque
Patricios. Falcao, que siempre ha sido buen amigo nuestro, estuvo pendiente de
su ex compañero y asistía a algunos partidos a pesar que no era hincha de Huracán.
Cuando en Diciembre de ese año mi mamá viajó a Buenos Aires, Falcao y unos
amigos comunes la invitaron a comer a un restaurante que era visitado por gente
del fútbol.
En esa ocasión mi madre comentó que Falcao debía estar
muy aburrido de llevar casi cuatro años en River Plate y no jugar todavía un
partido en primera división. La respuesta de mi hermano fue contundente: “No se preocupe que Falcao va a jugar en
primera y va a ser un figurón”. Lo decía porque lo había acompañado en
varios partidos de divisiones inferiores y su actuación dejaba a todos
gratamente sorprendidos.
Falcao
estaba a punto de despuntar, pero había tenido momentos duros en Argentina.
Vivía en la pensión del club River Plate, en un cuarto que compartía con dos
compañeros. Le costó trabajo acostumbrarse al frío del invierno y cada vez que
viajaba a Colombia le robaban los guayos y los abrigos. Cuando debutó en la A,
su mamá y sus dos hermanas se fueron a vivir con el a Buenos Aires en un apartamento.
Falcao con mis padres en Buenos Aires, cuando jugaba en River.
El reencuentro
Después que
mi hermano regresó de Argentina, nos íbamos enterando poco a poco de los logros
de Falcao. Uno de los que más alegría nos causó en la familia, fue su salto al
fútbol europeo. En 2009 llegó al Porto de Portugal y como ya me encontraba
viviendo en España y es tan cerquita un país del otro, le pedí a mi hermano el
pin de Falcao y me puse en contacto con él para ofrecerle mi casa en Madrid.
Al cabo del
tiempo Falcao fue con la Selección Colombia a España y me llamó para invitarme
al partido amistoso que jugarían en el estadio que más tarde sería su campo, el
Vicente Calderón. No lo dudé ni un segundo y me fui a verlo con mi primo
Sebastián Álvarez que vive en Alaska y por esos días me había ido a visitar.
En el Atlético
Al poco tiempo,
en España fue creciendo el rumor que Falcao sería contratado por el Atlético de
Madrid. El fichaje se hizo y el astro colombiano llegó en el verano del 2011 a
la capital española acompañado de su esposa argentina, Lorelei Tarón, a quien
conoció en la iglesia cristiana de Buenos Aires a donde ambos concurrían. Los
casó en Argentina el propio Silvano Espíndola, el 12 de diciembre de 2007.
Nos
volvimos a contactar y Falcao me invitó a uno de sus primeros partidos en el
Vicente Calderón. Me dio el teléfono de la esposa y me dijo que me pusiera de
acuerdo con ella para que nos sentáramos juntas en la tribuna. Hablé con Lore y
quedamos de vernos en una de las entradas del estadio.
A ella la
traían la esposa y los hijos de Amaranto Perea. Yo no conocía a Lore, pero enseguida
la vi supe que era ella. Es despampanante, alta, rubia y con unos ojos
profundamente azules, además estaba con dos niños morenitos igualitos a Perea.
Nos saludamos y tuvimos que esperar un rato mientras la esposa de Amaranto
parqueaba el carro.
Falcao hizo firmar de sus compañeros, la camiseta
del Atlético de Madrid, para María Herrera.
Nos perdimos el gol
Se nos
había hecho muy tarde y desde afuera escuchábamos el ruido que indicaba que el
partido había empezado. Estábamos esperando en la entrada cuando el estadio
entero gritó GOOOOL. Nos lo perdimos y para más rabia había sido de Falcao.
Lore además de linda por fuera, lo es más aún por dentro. Es amable y tierna. Después
del partido, Falcao nos invitó a cenar a un restaurante al que fuimos con Lore,
un amigo de Portugal y yo.
En la cena
hablamos de muchas cosas, varias anécdotas. Recordamos la época de Fair Play y
todo lo que había que inventarse para que el equipo pudiera cumplir con los
compromisos. Me contaron detalles de cómo se conocieron Falcao y Lore. Con este
tema no hacen más que bromear, pues Falca, como le llamo yo, sostiene que Lore
se moría por él y Lore dice que el que se derretía por ella era él. Le creo más
a Lore, pues a Falcao se le cae la baba mirándola. La verdad es que es una
pareja espectacular y se les nota el amor que se tienen.
Casa y carro
Mientras
buscaban casa en Madrid, la pareja vivía en el AC Hotel La Finca, que es una
urbanización lujosa, en Pozuelo de Alarcón, al noroeste de Madrid, donde han
tenido su hogar futbolistas de la talla de Beckham, Kaká, Diego Forlán y
actualmente Ronaldo e Iker Casillas.
En esa
misma urbanización les mostraron las primeras casas, de hecho una de las que
visitaron era la de Diego Forlán. A ambos le parecieron desorbitados los precios
y prefirieron buscar en otra parte.
Falcao con su hija Dominique.
Subían el precio
Se
encontraron con algo insólito. Cada vez que llegaban a ver una casa y
reconocían a Falcao, les pedían cantidades desorbitantes de dinero. Así que
optaron porque fuera Lore sola a ver las viviendas, sin decir quien era.
Ellos
tenían muy claro cómo querían la casa, pues Falcao nunca había vivido en
espacios amplios, soñaba con eso y Lore lo sabía perfectamente. Así fue como
encontraron una preciosa edificación en la que vivieron el resto de su estadía
en España. También estaban buscando carro, Falcao quería uno en especial y de
casualidad yo conocía al jefe de ventas de la marca que Falcao deseaba, así que
los puse en contacto.
El último
fin de semana de septiembre de 2011, fue uno de los momentos más tristes de la
tauromaquia mundial. Ese fin de semana se celebraban las que serían las últimas
corridas de toros en la plaza Monumental de Barcelona, España. Yo debía asistir
por trabajo, pues había quedado con la televisión de Al Jazeera de Arabia, para
dar unos informes en el noticiero. Pero sobre todo asistía por afición.
Ese fin de
semana coincidía con que el Atlético de Madrid jugaba de visitante contra el
Barcelona. Falcao me propuso ir al partido en cuanto terminara la corrida. Debí
salir corriendo de la plaza en medio del fervor y protesta de la gente por
tratarse de la última tarde de toros en Barcelona. Pero me faltaban piernas,
pues no quería perderme ver jugar a Falcao contra el equipo de Lionel Messi y
de paso conocer el Camp Nou. Ese día no hubo suerte en el marcador. El Atlético
perdió 5-0 en uno de los mejores partidos de Messi, jugador que me impresionó
por su habilidad y destreza, me pareció de otro planeta.
Falcao y su esposa Lorelei.
Lleno total
En la
tribuna estaba sentada con Lore y un amigo de Falcao de Argentina y la esposa
de este. Cada vez que marcaba un gol el Barcelona había gran estruendo y Lore
sólo atinaba a tocarse la frente, impactada por la paliza. Quedamos en un lugar
privilegiado, muy cerca de la cancha, desde donde apreciábamos en detalle a los
jugadores. Ese estadio es imponente, enorme. Al mirar para arriba parece como
si la gradería no tuviese fin. Estaba totalmente llena de público, como decimos
en Colombia “no le cabía un alma más”.
Desde luego casi todos hinchas del Barça.
En Neiva, con el Alcalde Pedro Hernán Suárez y su esposa
Madeleine Pantoja, durante el partido Atlético Huila vs Atlético de Madrid.
En Neiva
Siendo el Atlético de Madrid campeón de la Liga de
Europa, se presentó en el Estadio Plazas Alcid,
con motivo de la celebración de los 400 años de Neiva, el 22 de mayo de
2012. Falcao me mandó un whatsApp preguntándome qué tal era el Hotel Plaza. Obviamente
le dije que estaba muy bien y no volvió a preocuparse por el tema.
Aunque viajó a Neiva, no pudo jugar por haberse
lesionado. Eso causó malestar pero Falcao estuvo presente en el estadio durante
todo el partido contra el Atlético Huila. En la mañana tuvo la deferencia con
mis padres, mi cuñada y mi sobrino de recibirlos en el Hotel y tomarse muchas
fotos con ellos.
Lejos
Hoy día poco tengo la oportunidad de ver a la maravillosa
pareja de Falcao y Lore, incluso no conozco personalmente a su hija Dominik. La
distancia entre Madrid, donde resido y Mónaco, donde se encuentran ellos, no es
mucha, pero infortunadamente no hemos podido volver a coincidir. Falcao sigue
triunfando y eso me hace muy feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario